Llegué a Lyon como parada previa hacia Le Puy. Es lo habitual pero aproveché para pasar un par de días allí y ver la ciudad. Me alojé en el barrio de Monplaisir donde estaba para mi sorpresa ubicado el museo de los hermanos Lumiere, creadores del séptimo arte.

La etapa habitual es Sait-Privat d’Allier, pero nosotras pernoctamos en una población siete kilómetros antes pues no teníamos asegurado alojamiento en destino y en Francia la costumbre es reservar con antelación. Muchos reservan antes de salir de viaje y hay que ir con cuidado con eso.

Saugues
El camino a Saugues es largo y con cuestas pronunciadas y llanuras sin fin. A mi se me hizo pesado y llegué bastante tarde. Mis compañeras ya se habían aprovisionado para la cena y encontramos alojamiento, de milagro pues estaba todo lleno, en un museo religioso.

Chanaleilles
Esta parada la hice sola pues mis compañeras viajaron hasta Le Faux. Chanaleilles se aparta del camino un par de kilómetros y es un pueblo con cuatro casas y un albergue muy agradable donde coincidí con peregrinos muy interesantes. Entre ellos una mujer canadiense demás de 70 años que aprovechaba las últimas horas de la tarde para hacer yoga y que supe más tarde que tuvo que abandonar por una lesión.

Aumont-Aubrac
Me encontré con mis compañeras en Les quatre Chemins, un cruce de carreteras con un bar famoso por la mujer que lo regenta. Nos preparamos para cruzar el Aubrac, una meseta declarada parque natural, y que es la parte de más altitud de todo el camino hasta Santiago de Compostela. Coincidimos con una chica muy joven que llevaba alimentándose de sopas de sobre todo el camino, que realizó con un presupuesto muy bajo. Me contó una forma interesante de respirar mientras caminos que evita el cansancio. El alojamiento era un antiguo colegio que dejaba mucho que desear y había chinches en algunas camas. Se puede detectar mirando los colchones y viendo si hay puntitos negros, que son en realidad manchas de sangre de sus víctimas, entre las que se incluyó Kay.

Nasbinals
Un pueblo digno de una visita y de una estancia. Su altitud y su aire puro son increíbles. Había buen ambiente pues era final de verano y es una zona de veraneo típica en Francia.

St-Chely-d'Aubrac
La llegada a Saint Chely fue memorable, pues habíamos recorrido una de las etapas más bonitas del camino y el lugar era precioso. Nos juntamos todos los peregrinos en el bar del pueblo y pasamos un buen rato entre risas y anécdotas del viaje. El alojamiento en un albergue municipal muy bueno, y aproveché para reservar plaza a unos compañeros que iban rezagados.

St-Come-D'olt
Otra etapa muy bonita del camino y un pueblecito encantador con un albergue bonito con habitaciones pequeñas de 4 camas y una cocina común muy bien decorada.
Un pueblo con mucho encanto, a orillas del río Lot, por el que cruzan unos bonitos puentes medievales. El albergue el mejor que tuvimos, era una pequeña casa rehabilitada con mucho gusto por su dueña, que era decoradora. La habitación para nosotras cuatro y una pareja muy joven que viajaban con tienda de campaña desde Suiza. Las vistas desde la habitación, al río, espectaculares. Aquí se unió a nosotras Phyl, que había tenido que retrasar su vuelo desde Sydney una semana.

Estaing
El pueblo de Giscard D’estaing, que fue presidente de Francia, para el que no lo sepa, y cuya familiaes dueña del castillo que lleva su apellido. En este castillo se hace un espectáculo de luz y sonido al caer la noche, que vimos desde el puente que cruza para entrar en el pueblo. Nos coincidió el día porque solo lo hacen algunos días a la semana.

Golinhac
Apenas vimos el pueblo y nos alojamoss en una casita de madera en un camping. La jornada había sido agotadora y llevábamos cansancio acumulado. amanecimos con nieblas pero eso no nos disuadió de seguir caminando.
Una de las paradas estrella del camino: muchos lo inician aquí con la bendición en su famosa abadía, o lo acaban aquí. Es emocionante y posiblemente sea el pueblo más espectacular de todos, medieval y muy bien conservado y todo rodeado de montañas. Su abadía es impresionante y el abad era un chico muy alto y simpático que apenas tendría 30 años.

Decazeville
En este caso hablamos del pueblo más feo de todos, industrial y una parada necesaria pero si puedes evitala, porque sobre todo verás fábricas y trenes. Nos alojamos en un hotel que era lo único que había libre cuando llegamos.
Finalicé el camino en una población memorable, pues es el lugar de nacimiento de Champollion, el traductor de la piedra Roseta y uno de los primeros y más ilustres egiptólogos. Durante nuestra visita había una exposición de la máquina Enigma inventada por Alan Touring, con la que los aliados consiguieron descifrar las comunicaciones de los alemanes en la Segunda Guerra Mundial, en el museo Champollion. El pueblo merece una visita. Me despedía de los demás peregrinos en el bar de la plaza.